Estas pastas son típicas de la región de la Toscana, en la bella Italia. Pudimos probarlas hace unos años durante un viaje por todo el centro-norte de Italia, y nos encantaron. Se las llama también Biscotti di Prato (que es una ciudad situada a pocos km de Florencia), y cuando empiezas a comerlas, es un no parar...

Se conocen desde el s. XVIII, y son bastante duras, por eso suelen mojarse en café o en vino dulce (vin santo) y se deshacen en la boca. “Biscotti” significa “doble cocción”, ya que se hornean 2 veces para que queden crujientes, y las más habituales llevan almendras.

La palabra cantuccini viene de cantuccio, el singular, ya que seguramente eran la parte final de la barra de donde se cortaban los Biscotti di Prato y que se vendían a un precio más barato por ser los bordes de éstas y, sobre todo, por no contener almendras.

El productor histórico de estas galletas (Antonio Mattei, fundador de la más famosa fábrica de galletas de Prato), que las envolvía en una bolsa color azul Saboya, las dió a conocer llevándolas primero a la Exposición de Florencia en 1861 y después a la Exposición Universal de Paris en 1867.

Dicen que la receta sigue siendo secreta. Nosotros hemos encontrado una muy interesante en la página http://www.alacarta.es/:

Ingredientes:

300 gr. de harina

250 gr. de azúcar

3 huevos pequeños

120 gr. de almendra cruda con piel

Una cucharada de levadura en polvo

Una pizca de sal

Mezclar la harina con el azúcar, la levadura y una pizca de sal. Añadir los huevos ligeramente batidos. Amasar rápidamente y al final añadir las almendras. Trabajar la masa al mínimo y realizar 2 o 3 cilindros de unos 3 cm de diámetro. Hornearlos a 180º durante 20/25 minutos.

Sacar las barras del horno y, cuando estén todavía calientes, cortar en diagonal en lonchas de aproximadamente 1 cm de espesor. Disponerlas en horizontal y volver a hornear durante 5/10 minutos hasta que estén completamente secas.

Si van a Italia, no se vayan sin probarlas!!!! :)