Ubicado en el término municipal de Jaraba, al suroeste de la provincia de Zaragoza (Aragón, España), en un escarpe justo a la entrada del barranco de la Hoz Seca.
En estas tierras abunda el paisaje rocoso y las fuentes (de hecho, en este lugar hay 3 balnearios y 1 embotelladora de agua mineral).
Los edificios que forman el Santuario, la iglesia y la casa del santero, forman un conjunto arquitectónico que data de los siglos XIII-XVIII, y alberga en su interior la imagen de la Virgen de Jaraba (una talla de unos 13 cm de alto de piedra caliza cubierta por un manto de plata), siendo durante muchos años un punto de encuentro para peregrinos y romerías.
El lugar en el que vamos a centrar esta historia, de gran belleza, está formado por un gran número de desfiladeros de paredes verticales creados por el río Mesa, rocas inmensas, pequeños manantiales, senderos que recorrer y buitres leonados que surcan el cielo, además de pinturas rupestres de hace varios miles de años.
El pueblo, Jaraba, cuyo origen parece ser que fue una fortificación romana, debe su nombre, según algunos autores, sin embargo, a la posterior etapa de la ocupación árabe de la Península Ibérica, cuando la taifa de Calatayid (Kalat-Ayub) hizo levantar una fortaleza sobre la fortificación romana previa, y "Jaraba" haría referencia a la abundancia de agua del lugar.
El lugar siempre fue conocido por sus aguas termales, de, según decían, poder sanador, y que ya conocieron los romanos (hecho curioso es que Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, en sus batallas contra los musulmanes de la zona de Calatayud, tras conquistar ésta en el año 1118, conociera las propiedades cicatrizantes y saladoras de los manantiales y abasteciera a sus tropas heridas con las fuentes que nacían en el propio barranco de la Hoz Seca).
Tras la conquista, aparece documentada, en 1201, la existencia del Santuario del que les hablo, el Santuario de Nuestra Señora de Jaraba (desde entonces las fuentes se conocen con el nombre de Aguas de Nuestra Señora de Jaraba).
Fue la aparición de la Virgen, según cuentan, a unos pastores, lo que hizo que los cristianos las considerasen además de sanadoras, milagrosas, allá por el año 1118. Después se construyó una primitiva piscina a la que acudían peregrinos de muchos lugares para curarse de sus enfermedades.
El santuario actual data del siglo XVIII y está parcialmente construido bajo la roca, aunque la Virgen se apareció a los pastores en el otro extremo del barranco, aunque en un lugar bastante inaccesible para la construcción de cualquier tipo de edificación.
A la purificación con estas aguas "milagrosas" se añadía la posterior unción. El primer dictamen médico del beneficio de las aguas de Jaraba data del siglo XVI, y eran numerosos los enfermos que se acercaban a la balsa de aguas minerales en busca de la cura de sus males.
Un sitio muy bonito para visitar en Aragón...
😲😲
estoy de acuerdo, y de paso con suerte nos rejuvenecemos con sus aguas 😝
hermoso lugar, y tal como lo describes, si que debe ser interesante para visitarlo! 😉