Una visita un tanto misteriosa que podéis hacer en Bruselas es pasear por las ruinas del Palacio de Coudenberg. Durante casi 700 años pisaron sus suelos condes, duques, reyes…y otras personas poderosas del país. Pero al final, de esto no quedaron más que cenizas…

Actualmente situado debajo de la Place Royal, hoy solo podemos visitar las partes subterráneas de este palacio, que quedó totalmente destruido por un incendio en 1731. Se construyó en los siglos XI y XII y representó el poder, el, lujo y la realeza siendo el alojamiento del duque de Brabante, el duque de Borgoña, Carlos V, entre otros.

Para visitar las ruinas se accede a través del Museo Belvue. En ellas podemos ver lo extenso que era este palacio, y eso que solo vemos una parte de lo que fue, además se muestran algunos de los objetos encontrados durante las excavaciones arqueológicas.

Mi recomendación es que, si vais a visitarlo, no os hagáis ilusiones de vistas bonitas, pues son ruinas y hay que echar imaginación y recrearnos en el pasado. Además, se necesita bastante tiempo si queréis observar todas las estancias, y puede que se haga algo repetitivo. ¡Pero si tenéis varios días en Bruselas o os gusta la arqueología, os animo a visitarlo!