Es uno de los yacimientos arqueológicos más valiosos de la civilización Maya, y se cree que en su apogeo llegó a estar habitado por entorno a 10.000 personas. Este lugar se encuentra en lo más alto de una cresta sobre el río Mopán, a unos 130 kilómetros al oeste de la ciudad de Belice, en el distrito de Cayo (Belice).
No está tan abarrotado de visitantes como otros destinos mayas tipo Chichén Itzá, Tulum o Tikal, ni es tan extenso, por lo que puede visitarse tranquilamente, disfrutando del paisaje y la historia del lugar.
Se cree que la construcción de los edificios principales de Xunantunich comenzó alrededor del año 800 d.C., justo cuando Naranjo, población cercana, y otros asentamientos mayas comenzaban a desmoronarse. Algunos incluso han sugerido que la ubicación en la cima de la colina le dio a Xunantunich una ventaja estratégica, lo que lo hizo mucho más fácil de defender.
El centro de esta antigua ciudad, que incluye plazas, más de dos docenas de palacios y templos, canchas de Pok-a-tok y cientos de montículos aún no excavados, tiene aproximadamente unos 2,5 km² y está construída a partir de la misma piedra caliza de la cresta sobre la que se asienta, rodeado de tierras de cultivo fértiles que alguna vez contuvieron aldeas divididas en grupos familiares, todos los cuales eran económicamente autosuficientes.
El lugar hasta tiene su propia leyenda. El nombre Xunantunich fue tomado de las palabras mayas yucatecas para "escultura de piedra de una dama noble". Según el folclore local, un hombre de un pueblo cercano estaba cazando en el lugar en la década de 1890. Al pasar por "El Castillo", estructura piramidal de unos 40 metros de alto, quedó asombrado por una hermosa mujer ataviada con ropa tradicional maya, parada en la boca de una cueva. Otros afirmaron más tarde haberla visto, pero nadie pudo encontrarla en la caverna.
Los frisos tallados en los lados de "El Castillo", de unos 1.200 años de antigúedad, representan el nacimiento de un dios asociado con la familia real, los dioses mayas de la creación y el árbol sagrado de la vida, y las vistas desde allí son espectaculares, un vergel hasta donde alcanza la vista, llegando incluso a ver, en la distancia, las montañas de Guatemala.
Estando allí, es fácil imaginarse la plaza llena de gente comprando diversos productos como pescado fresco, frutas, verduras o carnes de las granjas cercanas, a los artesanos tallando frisos intrincados, a las multitudes animando en voz alta a los jugadores de Pok-a-tok y, en general, la riqueza y el poder representados por estos templos y palacios en su mejor momento.
En resumen, uno de los pocos sitios mayas que quedan donde los visitantes aún pueden escalar la pirámide primaria, y brinda una oportunidad perfecta para imaginar cómo debió ser la vida en Centroamérica hace 1.200 años.
Nota: con respecto al Pok-a-tok, este juego nació en las zonas tropicales de Mesoamérica alrededor del 1.400 a.C. y, a grandes rasgos, requería de una pelota de caucho que podía llegar a pesar hasta 4 kg, y de 2 equipos, los cuales luchaban entre sí por la victoria. El objetivo de este deporte con connotaciones rituales era pasar la pelota (que se cree simbolizaba el Sol) a través de un aro de piedra (aunque las reglas difieren según la versión del juego). En la versión más difundida, los jugadores sólo podían golpear la pelota con las caderas, los codos y las rodillas del lado derecho del cuerpo.
Los campos de Pok-a-tok descubiertos varían considerablemente en tamaño, pero todos tienen largas pistas estrechas con paredes laterales que se utilizaban para rebotar la pelota.
Un juego, sin duda, muy difícil de jugar y que requería gran destreza, y que además no sólo era un deporte, sino que también servía para dirimir disputas habitualmente.
👍👍
ya te digo que sí, a ver si se animan nuestros amigos americanos a publicar historias de ese fabuloso continente que tanto amo😉
América es fabulosa 😍
😍😍😍
hermosa Centroamérica 😉