Esta es sin duda una historia muy curiosa e interesante, la historia de un presunto esclavo africano que llegó a Japón hace unos 500 años y llegó a convertirse en samurái.
Aunque es la teoría más generalizada, lo cierto es que no está claro que fuera esclavo, y tampoco de dónde era exactamente (se cree que era nativo de Mozambique, aunque también podría haber sido originario de Etiopía o Nigeria, según algunos autores).
Parece que llegó al país nipón con un jesuita llamado Alessandro Valignano en un viaje de inspección, lo que aparece en registros históricos entre 1579 y 1582.
Lo que parece claro es la gran espectación que generó en el Japón de la época cuando llegó a Kioto (la capital de Japón por entonces) en 1579.
Yasuke era alto, dicen que cercano al metro noventa, que comparado con la estatura media del japonés de la época, lo hacía destacar.
Poco más de un año después de llegar al país ya estaba en los escalafones más altos de la jerarquía samurái, hablaba japonés con fluidez y cabalgaba junto a Nobunaga a la batalla.
Y es que Yasuke alcanzó el rango de samurái bajo el reinado de Oda Nobunaga, un poderoso señor feudal japonés del s. XVI, uno de los tres unificadores de Japón (el primero concretamente).
Para algunos la suposición de que fuera esclavo es inverosímil, ya que los samuráis solían empezar su entrenamiento durante la infancia, y el hecho de que un extranjero llegara a serlo en tan sólo poco más de un año, sin una trayectoria de guerrero previa, es poco creíble.
Yasuke, que trabó amistad con Oda Nobunaga, lo entretenía con historias de su tierra natal, África, y la India, donde parece que también estuvo un tiempo antes de llegar a Japón.
Compartían aficiones y el hecho de que hablara japonés parece que causó gran impresión entre sus compañeros.
Llegaron a tener tal relación de confianza, que según el historiador Thomas Lockley, la noche en la que incendiaron el palacio de Nobunaga (a causa de un general traidor) éste, que se quitó la vida mediante el ritual suicida del seppuku. le pidió a Yasuke que lo decapitara y llevara su cabeza y su espada a su hijo.
Los últimos años de Yasuke son confusos, posiblemente en el exilio, de regreso a la misión jesuita de Kioto.
Los japoneses han podido conocer esta historia a través del libro infantil "Kuro-suke" (kuro significa "negro" en japonés), de Kurusu Yoshio.
Es sin duda una historia fascinante, ya que la idea de un samurái no japonés era algo inaudito en la época, más aún siendo negro. Fue, al menos eso parece, el primer samurái no nacido en Japón (más tarde, otros extranjeros también obtendrían el título).
😲😲
qué cosas!! 😉
curioso, es de esas historias que te sorprenden....no se, el choque cultural aparentemente debió ser muy grande...
Una historia curiosa si.... 😉
😲😲