Esta festividad se celebra en la ciudad de Chiang Mai, en Tailandia, cada año durante el mes de Noviembre.

Durante 2-3 días, consiste en soltar unos pequeños globos aerostáticos, muy simples, hechos de papel de arroz con una pastilla combustible, que hace que se eleven cientos de metros en el cielo convirtiéndose en una pequeña estrella más.

El espectáculo en el cielo es impresionante, porque entre los que lanzan los tailandeses y los turistas de todo tipo y origen, estos pequeños globos se cuentan por miles. 

El aeropuerto de Chiang Mai debe cerrar unas horas cada año cuando se celebra esta fiesta por motivos obvios de seguridad.

Aparte de esto, algunos años ha pasado que alguna casa o árbol han terminado en llamas. Así pues, la fiesta también tiene sus críticos en Tailandia, pero sin duda es una bonita tradición.