¿Cómo es la gran pirámide de Egipto por dentro?

Según la leyenda napoleónica, el futuro emperador de Francia salió pálido y tembloroso de la Gran Pirámide de Egipto, después de haber pasado horas solo en la Cámara del Rey. Nunca reveló qué lo había inquietado tanto, pero supuestamente el episodio cambió su vida. Sea cierta o no la historia, ciertamente da fe del poder que ha tenido, y tiene, la Gran Pirámide para despertar la imaginación de la gente a lo largo de la historia.

La Gran Pirámide, o la Pirámide de Khufu (Keops), es la más antigua y la más alta de las tres pirámides que se elevan sobre Giza. 

Construida entre el 2551-2528 a.C., originalmente tenía una altura de 147 metros aproximadamente. La Gran Pirámide y sus vecinas, las Pirámides de Khafre y Menkaure, son en su mayoría masas sólidas de piedra.

En su construcción se estima que se emplearon 2,3 millones de bloques de piedra caliza cortada. Las tres pirámides habrían tenido originalmente una cubierta exterior de piedra caliza más ligera, como puede verse hoy en la parte superior de la pirámide de Khafre. Solo podemos imaginar cómo la reluciente piedra caliza blanca habría hecho de las pirámides un espectáculo aún más deslumbrante de lo que son a día de hoy.

Las pirámides de Giza, al igual que las pirámides egipcias que las precedieron y las sucedieron, fueron tumbas reales, un lugar de descanso final para sus faraones o reyes. A menudo formaban parte de un extenso complejo funerario que incluía sitios de entierro de reinas y templos mortuorios para las ofrendas diarias. El lugar de descanso final del faraón solía estar dentro de una cámara funeraria debajo de la pirámide. Aunque la Gran Pirámide tiene también cámaras subterráneas, nunca se completaron.

La Gran Pirámide de Keops (o Khufu) tiene tres cámaras conocidas, así como un imponente pasillo de techo alto, la Gran Galería. Las cámaras son la Cámara de la Reina, la Cámara del Rey y una cámara subterránea sin terminar. 

La cámara sin terminar se cortó en el lecho de roca, mientras que las cámaras del Rey y la Reina están más arriba dentro de la estructura. Uniéndose a las dos está la Gran Galería, y todas las salas tienen conductos de aire, pero, como es común en todo lo relacionado con las Pirámides de Giza, los expertos debaten si estos túneles eran en realidad para la circulación del aire, o más bien para fines rituales relacionados con la ascensión. del espíritu del rey a los cielos (fuera como fuera, parte de estos trayectos cuando caminas por dentro hay que hacerlos agachado porque son bajos y estrechos, salvo el pasillo de techo alto, una auténtica proeza de ingeniería).

Los expertos están de acuerdo en que la Cámara de la Reina en realidad no estaba destinada a ser un lugar de entierro para la reina, a pesar del nombre de la cámara. En la cámara se encontraron algunos objetos curiosos, los únicos objetos encontrados en toda la pirámide: una esfera de granito y un gancho de cobre. Debido a esto, algunos estudiosos creen que esta cámara estaba destinada a albergar los objetos funerarios de Keops.

Cuando se excavó la pirámide, el único objeto encontrado en la Cámara del Rey fue el sarcófago de granito rojo, que estaba vacío y dañado en una esquina. También se terminó apresuradamente y está poco ornamentado, lo que era inusual para el sarcófago de un rey en ese momento, por lo que los expertos creen que el sarcófago original se rompió o se perdió y este se hizo rápidamente para reemplazarlo. 

Debido a que el sarcófago es un poco más grande que el pasillo que conduce a la cámara, se sabe que se colocó allí durante la construcción de la pirámide antes de que se agregara el techo de la cámara.

La Gran Pirámide fue saqueada mucho tiempo atrás. De hecho, los saqueos eran algo habitual en el Antiguo Egipto. Los motivos podían haber sido muchos: venganza, los propios trabajadores que habían construido la estructura, apuros económicos o por parte de los propios familiares del difunto. 

Se consideraba que los reyes eran una encarnación del dios Horus, por lo que los descendientes de los reyes muertos percibían los objetos de las tumbas como propios, por lo que no dudaban en recuperarlos.