Islas flotantes, un delicioso postre francés...

También conocidas como "huevos de nieve" (œufs à la neige), es un delicioso postre de origen francés, que contiene claras de huevo batidas que se escalfan ("islitas de merengue") que se colocan sobre una crema y que a menudo, se remata con una fina red de caramelo. A continuación, se adornan con almendras tostadas, y a veces, también con praliné triturado, pralinés rosados picados o ralladura de limón cortada finamente en juliana.

Las islas flotantes, tal y como hoy se conocen, fueron un postre inventado por Auguste Escoffier, a principios del siglo XX, aunque parece que la primera receta de huevos de nieve data de un libro culinario del siglo VI. De hecho, el médico bizantino Anthime, en ese momento, descubrió el principio de la “nieve” que se obtiene al batir las claras de huevo. Pero no fue hasta el Renacimiento que esta nieve se utilizó en los postres.

Esta delicia utiliza ingredientes muy económicos y fáciles de encontrar. Sin embargo, los diferentes elementos, es decir, la crema inglesa (dulce y con sabor a vainilla), las claras de huevo y el caramelo, se preparan por separado y después se ensamblan y se sirven juntos.

Esta es una de esas recomendaciones que, si salen bien, nos podemos acostumbrar y tener que comprarnos ropa de una talla mayor, advertidos están...jajaja