Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982, este bonito pueblo situado a orillas del río Júcar, en la provincia de Albacete (España), es sin duda un rincón fantástico tanto para pasar un agradable fin de semana, como para, si deciden hacerse una ruta por el país, incluirlo en su agenda de visitas.
De pasado íbero, árabe y romano, lo que le ha legado un patrimonio histórico y cultural riquísimo, y de estrechas calles con sus típicas casitas que trepan hacia su Castillo, escaleras escarpadas, huertecillas y por supuesto, sus curiosas casas-cueva excavadas en roca, hacen de este pueblecito un destino con gran encanto.
De hecho, hacia el siglo XI fue fortaleza musulmana, formando parte de la línea defensiva que los árabes construyeron en las riberas del río, para contener la creciente presión de los reyes cristianos.
Son dignos de visitar en este bonito pueblo la Ermita de San Lorenzo, el propio Castillo, la Iglesia de San Andrés, el Puente Romano o incluso su peculiar Plaza de Toros.
Como curiosidad, decir que en1986 le fue concedido el 3º premio, después de la Torre Eiffel (Francia) y la Gran Mezquita de Estambul (Turquía), a la mejor iluminación artística.
Su entorno además, entorno al río, es muy tortuoso y discurre entre cañones de una belleza extraordinaria.
Por último, no olviden, como en cualquier lugar de España, disfrutar de su espectacular gastronomía, con platos típicos de la zona como los nuédagos (de procedencia árabe, y que me recuerdan a los turrones), los cangrejos fritos, los rollos de calabaza o el tipiquísimo y delicioso "atascaburras", hecho a base de bacalao, patatas, aceite, huevos y nueces, y cuyo origen se remonta, según cuentan, en una gran nevada...
Desde luego!! 😉
uno de esos pueblecitos con encanto sin duda! 😍
precioso @martapereira89 😉, no lo conocía...
😍😍😍