Es una infraestructura impresionante, una auténtica maravilla de la ingeniería moderna. El Eurotúnel atraviesa el Canal de la Mancha y une Francia con Inglaterra a través del lecho marino.

Tradicionalmente, para Inglaterra, el Canal de la Mancha siempre ha servido como barrera defensiva natural contra los repetidos intentos de invadir sus costas por parte de otras naciones. El Canal es una franja de mar que se extiende a lo largo de 560 kilómetros. En su punto más estrecho, el Canal separa Dover (en Inglaterra) de Calais (en la costa francesa) por 34 kilómetros. 

Lo cierto es que los primeros proyectos para unir Inglaterra y Francia a través del Canal aparecieron en el año 1750, y partir de entonces, la mayoria de trabajos acabaron siendo cancelados, ya fuera por falta de fondos económicos o por las enormes dificultades técnicas.

Ya en 1957, el ingeniero francés Louis Armand fundó el Channel Tunnel Study Group, que eventualmente propondría dos túneles ferroviarios y un túnel de servicio. Aunque los trabajos en el proyecto se abandonaron en 1975 después de haber excavado apenas 250 metros, marcarían el punto de partida para un esfuerzo final apoyado por la Primera Ministra británica Margaret Thatcher en 1985. Esta vez, los trabajos, iniciados dos años después,  fueron asumidos por un consorcio binacional privado, y de un presupuesto inicial de 3 mil millones de libras, terminaría costando 10 mil millones de libras.

Dos equipos de 4.000 trabajadores (acabarían siendo más) se dieron a la tarea de excavar debajo del Canal de la Mancha. En la costa inglesa, un equipo comenzó en Cheriton, un pequeño pueblo cerca de Folkestone en Kent. Por su parte en la costa francesa, otro equipo comenzó en Coquelles, cerca de Calais.

Para la construcción del túnel se utilizaron 12 enormes tuneladoras. Se llegaron a perforar 75 metros y 36.000 toneladas de roca al día, y las paredes de los túneles finalmente se revistieron con 750.000 losas de cemento y granito.

El 1 de diciembre de 1990, finalmente los dos equipos se encontraron bajo el Canal, uniendo sus respectivos túneles. En la inauguración, el consorcio presentó al mundo un paso bajo el Canal con tres túneles paralelos: dos para trenes y uno para vehículos a motor. Fue una obra descrita por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles (ASCE) como una de las siete maravillas de la ingeniería mundial.

El Eurotúnel se inauguró el 6 de mayo de 1994, siendo los encargados la reina Isabel II y el presidente francés François Mitterrand.

Se considera que el túnel sigue desempeñando, desde entonces y hasta hoy, un papel importante, independientemente de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, aun después del Brexit, ya que ambos lados han sido ampliamente beneficiados de sus construcción. En 2014,  por ejemplo,  el valor total del comercio que pasó por el túnel fue de 91 400 millones de libras esterlinas, equivalente al 25 % del comercio del Reino Unido con la UE.  El valor total de las exportaciones del Reino Unido que pasaron por el túnel fue de 43 600 millones de libras esterlinas, o el 30 % del valor de las exportaciones del país a la UE, generando 220.000 puestos de trabajo en el Reino Unido.