¿Se lo han preguntado alguna vez?. Las latas de conservas representan una solución clave para la preservación de alimentos a largo plazo, permitiendo su almacenamiento sin necesidad de refrigeración y manteniendo sus propiedades nutricionales y organolépticas (sabor, color y textura). ¿Cómo es el proceso de fabricación de las latas?. ¿Cuáles son los materiales que las componen y los aspectos de seguridad que se deben considerar para proteger la salud de los consumidores y garantizar la calidad del producto?, veámoslo:
Materiales utilizados en la fabricación de latas de conservas
Los principales materiales utilizados en la producción de latas de conservas son el acero y el aluminio, seleccionados por sus propiedades de durabilidad y resistencia a la corrosión.
Acero estañado: Es el material más tradicional para la fabricación de latas de conservas. Este tipo de acero es recubierto con una fina capa de estaño para evitar la oxidación. La capa de estaño también mejora la resistencia del acero a la corrosión y facilita la adhesión de recubrimientos internos. Este material es ideal para conservas con altos niveles de acidez, como tomates y frutas, ya que la capa de estaño actúa como una barrera protectora.
Aluminio: Este metal es popular por ser liviano y resistente a la corrosión, aunque en algunos casos se considera menos resistente que el acero estañado en ciertos tipos de enlatado. El aluminio suele usarse para conservas más ligeras y alimentos que no requieren una protección tan fuerte contra la oxidación. Además, el aluminio es un material reciclable, lo que lo convierte en una opción más sostenible en términos de impacto ambiental.
Cada uno de estos materiales está revestido en su interior con recubrimientos especiales, generalmente resinas epoxi u otros materiales no reactivos y seguros para el contacto con alimentos. Estos recubrimientos impiden el contacto directo entre el metal y el alimento, evitando cualquier alteración química que podría afectar el sabor o la seguridad del contenido.
Proceso de fabricación de las latas de conservas
La fabricación de latas de conservas es un proceso complejo y meticuloso que implica varias etapas. Las latas pueden clasificarse en latas de una pieza, latas de dos piezas y latas de tres piezas, y el proceso de fabricación varía dependiendo del tipo.
Etapas del proceso de fabricación
Laminado y corte del material: Las láminas de acero o aluminio se someten a un proceso de laminado en frío para alcanzar el grosor deseado. Luego, se cortan en discos o rectángulos que servirán de base para formar el cuerpo de la lata. Este paso asegura que las láminas tengan un grosor uniforme, lo cual es crucial para que cada lata tenga la misma resistencia y calidad.
Formado del cuerpo de la lata:
- Latas de dos piezas: Estas latas tienen un diseño sin costuras, lo que reduce el riesgo de fugas. Para su fabricación, se utiliza un método llamado embutición profunda ("deep drawing"), en el cual una pieza de metal se estira para formar la base y el cuerpo de la lata en una sola pieza. Este tipo de lata es popular en alimentos y bebidas porque no tiene costuras laterales, lo que proporciona una mayor resistencia y reduce la posibilidad de que el contenido se contamine o se deteriore.
- Latas de tres piezas: Son las más tradicionales y están compuestas por un cilindro de metal que forma el cuerpo de la lata, junto con una tapa y una base. Para asegurar el cierre, las juntas se sellan mediante soldadura o engargolado, un proceso que crea un sello fuerte y duradero.
Recubrimiento interno: Para prevenir la interacción entre el metal y el alimento, el interior de las latas se recubre con una capa de resina epoxi o polímeros especiales, que son seguros para el contacto alimentario. Estos recubrimientos son especialmente importantes para alimentos ácidos, que pueden corroer el metal y generar compuestos indeseables. Además, la capa interna asegura que el contenido mantenga su sabor y calidad durante la vida útil de la lata.
Aplicación de etiquetas y diseño externo: Una vez que las latas están formadas, se aplican impresiones en su superficie externa. Las etiquetas no solo identifican el producto y su contenido, sino que también son resistentes a los cambios de temperatura y humedad. La impresión se realiza con tintas no tóxicas y resistentes para que el diseño no se desgaste ni se desvanezca durante el almacenamiento.
Llenado y sellado: Después de ser fabricadas y recubiertas, las latas se llenan con los alimentos. El proceso de llenado debe ser rápido y preciso para evitar el contacto prolongado entre el alimento y el oxígeno, lo que podría causar deterioro. Una vez que se llenan, las tapas se colocan y se sellan herméticamente mediante un proceso de engargolado, lo cual asegura que el contenido esté completamente aislado del aire y otros contaminantes.
Esterilización: Tras el llenado y sellado, las latas pasan por un proceso de esterilización, que consiste en someterlas a altas temperaturas en autoclaves industriales. Este proceso destruye bacterias, mohos y levaduras, asegurando que el alimento esté seguro para el consumo durante periodos prolongados. La esterilización varía en tiempo y temperatura según el tipo de alimento, siendo algunos productos más delicados y otros más resistentes.
Enfriamiento y almacenamiento: Después de la esterilización, las latas se enfrían rápidamente para evitar que el contenido se cocine más de lo necesario. Este paso preserva la textura y sabor del producto final y evita que la lata sufra daños por la presión interna debido al calor.
Medidas de seguridad alimentaria en las latas de conservas
Las consideraciones de seguridad alimentaria en la fabricación de latas de conservas son esenciales para evitar cualquier riesgo de contaminación o deterioro del alimento.
- Recubrimientos libres de BPA: Aunque el BPA era ampliamente utilizado en el pasado, hoy en día la mayoría de los fabricantes han adoptado recubrimientos sin BPA para prevenir cualquier posible efecto adverso en la salud de los consumidores.
- Pruebas de calidad estrictas: Durante la producción, se llevan a cabo pruebas de calidad rigurosas, incluyendo pruebas de presión, hermeticidad y resistencia a la corrosión. Estos controles son fundamentales para garantizar que las latas cumplan con los estándares de seguridad y calidad requeridos.
- Regulaciones sanitarias y control de procesos: Las plantas de fabricación de latas de conservas deben cumplir con normas de seguridad alimentaria, como las establecidas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU) o la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Estas normas incluyen controles estrictos de temperatura, limpieza de instalaciones y manipulación de materiales, entre otros.
Ventajas de las latas de conservas en la industria alimentaria
Las latas de conservas ofrecen numerosas ventajas en comparación con otros métodos de preservación, tanto para la industria alimentaria como para el consumidor:
Larga vida útil: Las latas de conservas tienen una vida útil prolongada, lo cual es ideal para productos no perecederos y para emergencias.
Protección completa del alimento: Al ser herméticas y opacas, las latas protegen el alimento de factores externos como la luz y el oxígeno, que pueden acelerar el deterioro.
Sostenibilidad: Tanto el acero como el aluminio son materiales reciclables, lo que ayuda a reducir el impacto ambiental y apoya un ciclo de producción más sostenible.
La fabricación de latas de conservas es un proceso sofisticado que involucra una cuidadosa selección de materiales, un riguroso control de calidad y procesos de sellado y esterilización altamente eficientes. Gracias a estas medidas, las latas de conservas son una opción confiable y práctica para almacenar alimentos de manera segura durante largos períodos, manteniendo su frescura, sabor y nutrientes.
aqui aprende uno de todo!!! 😆