Parece ser que el término por el que se les ha terminado conociendo gracias a la literatura y al famoso videojuego Assassin's Creed, "Asesinos", en realidad deriva de un término peyorativo para el estado Nizari Ismaili, un grupo reservado pero de corta duración de musulmanes chiítas medievales.
Los orígenes de los nizaríes se remontan al cisma original en el Islam del año 632 d.C., cuando la discusión sobre quién debería suceder al profeta Mahoma como imán o líder, dividió a la comunidad musulmana en chiítas y sunitas. Más tarde, en el siglo IX, surgió otro desacuerdo sobre el liderazgo entre los chiítas. Los seguidores de un líder llamado Ismail se dividieron en su propia secta, los ismaelitas.
En el año 1095, un príncipe ismaelita llamado Nizar estaba en la línea sucesoria para gobernar en El Cairo. Cuando fue descartado a favor de su hermano menor, Nizar se hizo con el poder brevemente y gobernó Alejandría, pero fue ejecutado. Sus seguidores huyeron a Persia, donde fundaron su propia rama del ismailismo y establecieron su propia línea de sucesión. El misionero ismaelita Hassan-i-Sabbah se convirtió en el líder nizarí.
Considerados herejes decadentes, los nizaríes serían ya odiados tanto por los musulmanes chiítas como por los sunitas.
Superado en número y rodeado de enemigos por todas partes, el asediado estado nizarí hizo todo lo necesario para sobrevivir. La secta creó fortalezas en las montañas de Persia y Siria (como por ejemplo su famosa fortaleza en la montaña de Alamut, en el actual Irán) y entrenó a un grupo selecto de combatientes llamados fedayines, o “aquellos que se sacrifican”, que eran conocidos tanto por su devoción como por su letalidad.
A estos nizaríes las tácticas militares no les servían, puesto que eran permanentemente atacados desde todos los flancos, por lo que los fedayines comenzaron a emplear ataques casi quirúrgicos contra objetivos políticos seleccionados.
Entrenados para infiltrarse, matar y someterse a tortura y muerte si fuera necesario, los fedayines nizaríes se ganaron una reputación descomunal. Los cruzados cristianos, recién llegados a Tierra Santa, también aprendieron a temer a los fedayines, si bien los nizaríes formarían alianzas con los cruzados en algunas situaciones.
Los historiadores creen que los observadores occidentales, que no entendían por qué los nizaríes luchaban con estas tácticas de guerrilla, asumieron que estaban bajo la influencia de algún tipo de droga como el hachís.
La palabra árabe Hashishin, o "consumidores de hachís", fue aplicada de forma peyorativa a los nizaríes por otros grupos musulmanes, y posteriormente fue adoptada por los cruzados y occidentalizada como "Asesinos". Con el tiempo, este calificativo se transformó en la palabra inglesa moderna para un asesino a sueldo.
Los viajeros europeos como Marco Polo difundieron historias fantasiosas sobre los ismaelitas nizaríes, incluida la historia del Viejo de la Montaña, que supuestamente drogaba a los hombres para convertirlos en asesinos. El propio Marco Polo, entre otros muchos, haría circular espeluznantes leyendas sobre los "Asesinos", incluidas afirmaciones de que los fedayines estaban esclavizados por el Viejo de la Montaña, un sucesor de Hassan de quien se rumoreaba que usaba drogas para intoxicar a los jóvenes y luego los engañaba para que pelearan con promesas de un falso paraíso decadente que creó dentro de los muros de su fortaleza.
Arraigados en el miedo, la hostilidad, la ignorancia y la fantasía, los mitos de los ismaelitas han encendido la imaginación popular de innumerables generaciones.
El estado Nizari Ismaili logró sobrevivir durante 166 años. Pero no pudo resistir a los mongoles, que comenzaron su conquista del mundo islámico en el año 1219 y expulsaron a los nizaríes de todas sus fortalezas. Finalmente, ante la pérdida de todas sus plazas fuertes, los nizaríes supervivientes huyeron.
Siglos después de la caída del estado nizarí, la secta religiosa Ismaili perdura.
Hoy en día, se pueden encontrar hasta 15 millones de ismaelitas en más de 25 países de todo el mundo, y los ismaelitas son el segundo grupo más grande de musulmanes chiítas. La mayoría de los ismaelitas siguen siendo nizaríes y aceptan a Shāh Karim al-Husayni como Aga Khan, un título honorífico utilizado por los líderes nizaríes ismaelitas desde el siglo XIX.
Si bien los días de los asesinatos selectivos quedaron atrás hace ya tiempo, las leyendas de los nizaríes siguen vivas en la cultura popular: la serie de videojuegos Assassin's Creed se ha convertido en una de las franquicias de videojuegos más vendidas de todos los tiempos, pero la sensacionalista imagen que presenta de los "Asesinos" no tiene base en la realidad...
genial...
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