Es la historia de una de las fotos más terroríficas del siglo XX, la foto de una niña de 9 años, Kim Phuc, hoy una mujer de 56 años.
Era Junio de 1972, y la Guerra de Vietnam estaba próxima a su fin. En el pueblo de Trang Bang, al norte de Saigón (Vietnam), una niña desnuda corre llorando tras ser alcanzada, junto a su familia, por el bombardeo con napalm por parte del ejército norteamericano y survietnamita.
La foto fue tomada por Nick Ut, fotógrafo de la agencia de noticias AP, que posteriormente ganaría el Premio Pulitzer.
La instantánea dominó las portadas de los diarios de todo el mundo en 1972 (se publicó 7 meses antes de la firma de los Acuerdos de paz de París, que condujeron a la retirada de las fuerzas de combate estadounidenses de Vietnam del Sur).
La foto de “la niña vietnamita del napalm” es terrible porque cuando fue tomada, a Kim, que ya se había arrancado la ropa y se aproximaba corriendo, se le estaba desprendiendo la piel debido al napalm.
El fotógrafo, entonces de 21 años, trató de ayudarla e incluso contó que, al llegar al hospital, en principio se negaron a atenderla, por la extrema gravedad de sus heridas, y éste les enseñó el carnet de prensa y amenzaó con publicar la foto de la niña junto a una nota con la negativa del hospital a atenderla.
Pero la niña sobrevivió...
Kim se sometió, durante más de 1 año, a muchos y dolorosos injertos de piel y otras cirugías y, finalmente, se recuperó de sus heridas físicas, aunque quedó para siempre con el 30% de su cuerpo marcado por las quemaduras causadas por el napalm.
La imagen causó un enorme impacto en todo el mundo, y profundizó aún más la división que se había instalado en toda la sociedad norteamericana a cuenta de esta guerra.
A los 19 años Kim se convirtió al cristianismo lo que,según ella, le ayudó a superar las consecuencias de lo que le había ocurrido (creció odiando esa fotografía, pero con el tiempo vio que podía ser una herramienta para ayudar a otros por el mundo, trabajando por la paz).
Solicitó junto a su marido asilo en Canadá hace más de 20 años, y vive hoy a las afueras de Toronto, lugar donde han criado a 2 hijos.
Hoy por hoy es embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas, y también ayudó a crear la fundación Kim Foundation International, una organización benéfica que ayuda a los niños que sufren a raíz de la guerra.
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madre mia...es toda una historia de superación...