Si hay un sitio en Bélgica con mucha memoria histórica, sin duda ese es la Colina del León (Butte du Lion en francés), monumento conmemorativo de la Batalla de Waterloo, provincia de Waals-Brabant.
Es una colina artificial en cuya cima, a 45 m de altura, está el león de hierro fundido, símbolo del valor, descansando su pata sobre una esfera, símbolo de la victoria global. Éste pesa 28 t y mide 4,5 m de alto y para llegar hasta él, hay que subir 226 peldaños.
Arriba, las vistas del campo de batalla de Waterloo son impresionantes.
Esta colina fue construida en 1826 en el lugar en el que el Príncipe de Orange fue herido el 18 de junio de 1815 en la batalla.
Para situarnos un poco, la batalla de Waterloo tuvo lugar entre el ejército francés, liderado por Napoleón Bonaparte, contra las tropas británicas, holandesas y alemanas, dirigidas por el duque de Wellington, y el ejército prusiano del mariscal von Blücher.
Acabó con la retirada de las tropas francesas y así este monumento conmemora la victoria de los aliados
espectacular!!!! 😉