Historia

¿Pudo España haber ganado la guerra contra Estados Unidos en 1898?

La Guerra Hispano-Estadounidense de 1898 fue un conflicto breve pero decisivo que marcó el final del imperio colonial español y el ascenso de Estados Unidos como potencia global. A menudo se presenta como una guerra desigual, pero la pregunta sigue siendo interesante: ¿España tuvo alguna posibilidad real de vencer a Estados Unidos? Para entenderlo, hay que analizar a fondo el contexto geopolítico, el estado militar de ambos países, las decisiones estratégicas y las variables que podrían haber alterado el curso de los acontecimientos.

Contexto histórico: El imperio que se desmoronaba

A finales del siglo XIX, el Imperio Español estaba muy debilitado. Tras perder la mayoría de sus colonias americanas en el siglo XIX, solo conservaba algunos territorios: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Estos eran más bien símbolos de un pasado imperial que activos estratégicos viables.

Desde 1895, Cuba vivía una sangrienta guerra de independencia liderada por figuras como José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez. España, por su parte, respondía con una fuerte represión, incluyendo la política de reconcentración del general Valeriano Weyler, que generó gran rechazo internacional.

La situación llamó la atención de EE.UU., que tenía intereses económicos y estratégicos en la región. La explosión del USS Maine en La Habana, el 15 de febrero de 1898, sirvió como catalizador: la prensa sensacionalista norteamericana presionó al gobierno y la guerra fue declarada en abril de ese año.

Estados Unidos empleó la explosión del acorazado Maine como pretexto para declarar la guerra a España, aunque nunca se ha podido probar que el hundimiento se debiera a la detonación de una mina o un torpedo. En 1911, el Gobierno estadounidense recuperó los restos del Maine en la bahía de La Habana con el objetivo de investigar las causas del siniestro, pero las pruebas reunidas resultaron ser únicamente circunstanciales.

No fue hasta 1975 cuando se alcanzaron conclusiones más firmes, gracias a una investigación liderada por el almirante Hyman Rickover, considerado el padre de la marina nuclear estadounidense. Él y su equipo de expertos revisaron toda la documentación disponible sobre el caso y determinaron que la explosión fue provocada por el sobrecalentamiento de las carboneras, probablemente agravado por la falta de diligencia de los oficiales del buque, quienes no habrían tomado las precauciones necesarias ante el clima cálido de La Habana. Rickover argumentó que, si el origen hubiese sido una mina o un torpedo, se habrían observado efectos visibles como columnas de agua, oleaje inusual o peces muertos en los alrededores del navío. Estudios posteriores realizados por National Geographic y el Canal Historia respaldaron la hipótesis del almirante.

Comparación militar y tecnológica

Estados Unidos:

  • Economía: Industrial, moderna, con capacidad para producir armas, barcos y suministros rápidamente.

  • Armada: Buques acorazados, flota moderna, bien entrenada. Dominio naval evidente.

  • Ejército: Profesional, aunque con experiencia limitada en guerras externas. Buenas condiciones logísticas y sanitarias.

  • Comunicaciones: Rápidas y eficaces. Cuba estaba a pocos días de navegación desde Florida.

España:

  • Economía: Agraria, poco industrializada, con una deuda externa elevada.

  • Armada: En gran parte obsoleta. Los buques eran lentos, menos armados y mal mantenidos. Muchos eran de madera o hierro, no de acero.

  • Ejército: Numeroso pero mal alimentado, mal equipado y debilitado por enfermedades tropicales.

  • Comunicaciones: Lentas. Filipinas y Guam estaban a más de 16.000 km de la península, y Cuba, aunque más cercana, sufría una logística muy deficiente.

Factores estratégicos clave

  • La guerra en dos frentes

España tuvo que combatir en dos escenarios muy alejados: el Caribe (Cuba y Puerto Rico) y el Pacífico (Filipinas y Guam). La batalla de Cavite, en Filipinas, fue un desastre absoluto: la escuadra del almirante Patricio Montojo fue aniquilada por la flota de George Dewey en solo unas horas (1 de mayo de 1898).

  • La batalla de Santiago de Cuba

El otro gran desastre ocurrió el 3 de julio de 1898, cuando la flota del almirante Pascual Cervera fue destruida al intentar huir del puerto de Santiago. Sin cobertura adecuada y con barcos obsoletos, la derrota fue total. Esta batalla selló el destino de Cuba.

  • Enfermedades y clima

Muchos soldados españoles murieron por fiebres tifoideas, malaria y disentería antes de entrar en combate. La situación sanitaria era desastrosa, mientras que el ejército estadounidense estaba mejor abastecido y vacunado.

¿Qué hubiera necesitado España para ganar?

Aunque improbable, hay escenarios hipotéticos que podrían haber inclinado la balanza, al menos parcialmente:

  1. Modernización naval anticipada: Si España hubiera comenzado una renovación profunda de su armada en la década de 1880, podría haber presentado más resistencia.

  2. Reformas coloniales efectivas: Una autonomía real para Cuba (como se planteó tardíamente en 1897) podría haber desactivado el conflicto.

  3. Alianzas diplomáticas: Si Francia, Alemania o el Reino Unido hubieran apoyado a España por temor a la expansión estadounidense, el panorama quizá hubiera sido distinto.

  4. Campaña de propaganda internacional: España no supo contrarrestar la narrativa estadounidense de “liberación de Cuba”, lo cual debilitó su posición diplomática.

Consecuencias del desastre del 98

  • Pérdida de colonias: España cedió Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.

  • Tratado de París (10 de diciembre de 1898): Selló el fin del imperio español y otorgó a EE.UU. un nuevo papel dominante en el Pacífico y el Caribe.

  • Crisis nacional: Dio lugar a la llamada “Generación del 98”, que reflexionó profundamente sobre la decadencia nacional. Intelectuales como Unamuno, Ortega y Gasset o Joaquín Costa propusieron reformas educativas, políticas y sociales.

  • Fin de la era imperial: El sueño de España como imperio global desapareció, dando paso a un siglo XX marcado por el regionalismo, las dictaduras y la lucha por la modernización.

Desde una perspectiva militar y política, la victoria española era casi imposible. La brecha tecnológica, logística y estratégica con EE.UU. era abismal. Sin embargo, con reformas previas y una política exterior más activa, España quizás habría evitado el conflicto o reducido sus consecuencias. En cualquier caso, la guerra de 1898 fue el símbolo de un cambio de era: el ocaso de un imperio antiguo frente al nacimiento de un nuevo orden mundial.

Comentarios (1)

Inicia sesión para comentar.

rafa38 • Hace 3 meses, 1 semana

el ocaso del imperio...dos frentes y muy alejados de la península...hubiera sido un milagro poder ganar ese conflicto...